La Historia de Kibo.

Capítulo 1: La entrada al Ciclo de la Vida.

Un nuevo día amanece en África. El sol sube del horizonte, rodeado de un cielo de color rojo. Los animales se despiertan, desde la hormiga hasta el elefante, y todos se dirigen hacia el mismo lugar; el nuevo cachorro del rey Mufasa ha nacido, y la ceremonia de bienvenida va a comenzar. Los animales están ordenados de menor a mayor para que todos puedan ver al nuevo cachorro que un día defenderá sus vidas de los peligros de la sabana. Primero los suricatos, monos y puerocespines, después las gacelas, cabras y guepardos, y por último las jirafas, los elefantes y los rinocerontes.

-¡Majestad, felicidades!.-
-Gracias Zazú.- dijo Mufasa.
-Todo correcto, señor.Todos los animales han acudido, menos las hienas.-
Mufasa estaba en la parte de fuera de la Roca del Clan, mientras que toda la manada estaba en el interior, hasta que llegó Rafiki escalando hasta donde estaba Mufasa. Los dos se abrazaron y se adentraron donde estaban los demás leones. Sarabi estaba con el nuevo cachorro entre sus patas, y con el joven Simba a su lado.
-¡Se parece al tío Scar!.-dijo.
-Ya quisiera tu tío parecerse a tu hermano.-dijo Zazú.
-Cierra ese pico, Zazú. Deja pensar a Sarabi para elegir el nombre de mi sobrino.- dijo Scar, que a diferencia de la ceremonia de bienvenida de Simba estaba junto con las leonas. Entonces llegaron Mufasa y Rafiki.
-Bien majestad,¿cuál es su nombre?.-preguntó Rafiki.
-Kibo, como la cumbre más alta del monte Kilimanjaro.-dijo Sarabi.
-¡Me gusta ese nombre!.- dijo Simba. Apenas tenía un mes de edad cuando nació Kibo.
Rafiki hizo una ceremonia distinta a la de Simba, ya que Kibo no sería el rey. Mezcló barro y agua de coco y se la untó por la frente. Entonces lo recogió y se lo llevó hacia la punta de la roca para que todos los animales lo viesen. Mufasa, Sarabi y Simba le siguieron, y Scar de lejos. Entonces levantó a Kibo y se lo mostró a todos los animales y a los antepasados de los leones que vivían en el cielo y que miraban desde allí arriba una nueva generación que cuidará de las tierras del clan. Kibo aún no lo sabía, pero acababa de empezar su viaje por el gran Ciclo de la Vida.

Muy buen comienzo para conocer a Kibo y sus orígenes.
Me agrada como escribes. Continua por favor.




¡Saludos!
ATTE:
Siara

¡Gracias!


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Pasaron varios días desde el nacimiento de Kibo hasta que empezó a andar.Todo le parecía interesante. Cada palmo de su hogar, la Roca del Clan, le resultaba nuevo.Un nuevo mundo le esperaba, pero todavía no había salido de su hogar. Solo había visto desde lo alto de la Roca del Clan la gran sabana que se extendía desde donde alcanza la vista. Kibo vio junto a sus padres cada amanecer y cada atardecer. Mufasa y Sarabi estaban muy orgullosos de sus hijos.
Un día, Kibo pidió a su madre que fuese con él para salir por primera vez de su hogar.
-¡Qué joven tan curioso!. Yo no salí de mi nido hasta que se partió de lo pesado que era.-dijo Zazú.
-¡Será por esa cabeza tan enorme, señor pico-banana!.-dijo Simba. Él ya había salido alguna vez de la Roca del Clan, pero acompañado de su padre, por lo que prefirió quedarse en casa junto a su amiga Nala.
-Kibo, yo tengo que cazar.-dijo Sarabi.-Te acompañará tu padre.-
Entonces Mufasa y Kibo salieron hacia una colina cercana a la Roca del Clan. Cada vez que Kibo veía algo nuevo le preguntaba a su padre lo que era.
-Kibo, te explicaré algo que deberás tener en cuenta toda tu vida.-dijo Mufasa.
-¿El qué es?.-dijo Kibo.
-Verás, todos los animales estamos conectados en un ciclo vital, que existe desde el principio de los tiempos.-
-¿Todos?.-
-Si, desde las termitas hasta los elefantes. No importa el tamaño, ni la fuerza, ni el poder. Tanto los reyes como los demás animales han de respetarse mutuamente; todos somos iguales en el Ciclo de la Vida.-
-¿Incluso las hienas?.-preguntó Kibo.
-Si, hijo. Otra cosa es que ellas respeten esta antigua ley. Todos los animales merecen un respeto. Aunque cacemos los animales a los que debemos respetar, nosotros al morir nos combertimos en el pasto del que ellos se alimentan. Este es el Ciclo de la Vida. Cuando seas mayor lo entenderás.- Mufasa hizo un gesto y él y Kibo voliveron a casa. Kibo aprendió algo muy importante; el respeto que hay que tener a cualquier criatura.

Que gran lección de la vida. "El Ciclo de la vida".

Kibo se le enseño algo muy importante ese día.

Me agrada que a pesar de que Kibo es su segundo hijo le enseñe cosas valiosas como si el fuera a ser también un rey.






¡Saludos!
ATTE:
Siara.

Un día, Kibo fue a visitar a Scar a la parte trasera de la Roca del Clan, donde este vivía.
-¡Vaya, mi sobrino favorito ha venido a hacerme compañía!.-dijo Scar.
-¡Hola tío Scar!¿Por qué no vienes con los demás a la parte delantera de la roca?.- preguntó el joven Kibo.
-Verás, entre tú y yo, no es que me lleve mal con la familia, sino que la vida que me otorgaron mis padres me separó de ella.-dijo Scar. Kibo había despertado sin querer la mecha del odio que había permanecido oculta en su interior.-Verás, tu padre es el rey, y eso no lo discuto, pero le eligieron a él en vez de a mí para ser rey. La vida es injusta. Yo me esforcé por intentar ser el rey, por llamar la atención de nuestro padre para que me eligiese a mí, pero no.-
-¿Estás diciendo que papá no debería ser el rey?.- dijo Kibo.
-No, Kibo. Estoy diciendo que es injusto que él sea el rey como tu hermano será el rey.-
-Pero él nació antes y por eso se merece ser el rey. A mi me da igual.-
-Imaginate hacer lo que quieras, cuando quieras y como quieras, que nadie te fastidie. Eso es ser rey.-Scar le intentaba meter la envidia a Kibo, porque veía en él a él mismo de joven.
-¡Wow!.- dijo el pobre Kibo.
-Si fuera el rey, tú lo serías después de que yo reinase. Eso es más justo, ¿verdad?.-
-¡Sí!.¡Yo también quiero ser rey!.-
Kibo no lo sabía, pero había empezado su camino hacia la oscuridad, hacia la envidia y el coraje. Una cría tan pequeña no debería empezar su larga vida así, pero era muy joven para poder cambiar. Scar no lo hizo.
-Ahora ve con tu padre. Yo tengo que irme.- Kibo se fue junto a la manada, y Scar se fue al lugar prohibido, al que ningún león debería acudir: al Cementerio de Elefantes. Se había reunido junto a tres malvadas hienas: Shenzi, Banzai y Ed.
-¿Ya has hablado con el cachorro?.-preguntó Shenzi.
-Ya todo está en marcha. Mi plan ha comenzado.- dijo Scar con orgullo.
-¡Bien!.¿Y si el cachorro se vuelve de su lado?.-dijo Banzai.
-Soy su tío favorito. Pasa más tiempo conmigo que con su padre.-
-¿Mufasa?.-dijo Banzai.
-¡Sí estúpida!¡No vuelvas a decir ese nombre!.- rugió Scar.
-¿Y por qué confías tanto en él?.- preguntó Shenzi.
-Veo en él a mi mismo de joven, pensando todo los días que tú no serías el rey, sino tu hermano. No quiero que él pase por lo mismo, así que cuando termine de gobernar, él será el rey, y vosotras lo obedecereis. Mufasa y Simba tienen los días contados.-

Kibo esta siendo manipulado por Scar y es por que se ve reflejado en él.
El camino de la oscuridad se abre en su corazón.

¡Gracias a todos por vuestro interés en mi historia!¡Estoy muy contento de que os guste!.

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Kibo pensó en lo que le dijo Scar. Aunque era justo que Simba reinase, para Kibo le empezaba a parecer verdad lo que decía su tío. Un día, Kibo fue junto a su padre, a la cima de la Roca del Clan, desde donde Mufasa vigilaba todo el reino.
-¿Papá?.-dijo Kibo.
-¿Si hijo?. Estoy aqui.- Kibo caminó hasta su lado.
-¿Por qué yo no voy a ser el rey?.-preguntó el inocente Kibo.
-Kibo, tu hermano nació antes. Según nuestra antigua tradición, el primer primogénito del rey será el hijo.-dijo Mufasa.- Tú deberás estar junto a él, ayudandole en todo lo que necesite.-
-¿Y entonces por qué el tío Scar no está junto a ti?.-preguntó Kibo.
-Hijo, tu tío Scar no es como los .-
demás leones. En vez de tener la valentía y el orgullo de un león, él es cobarde y envidioso.-
-¿Le estas insultando?.-
-No Kibo. Scar siempre ha sido así. Cree que debería ser él el rey, pero nuestros padres me eligieron a mí, y a nuestros ancestros hay que respetarles.-
-¿Y donde están nuestros ancestros?.-

Mufasa llevó a Kibo a las llanuras, donde el cielo lo cubría todo. Allí esperaron unos minutos hasta que se hzo de noche. Era una noche despejada, pues todas las estrellas brillaban en el cielo como si se tratasen de destellos del agua de un río. Allí, Mufasa le explicó a Kibo:
-¿Ves todas esas estrellas?. Cada una pertenecen a un rey que protegió a su familia y a su reino, que tuvo su vida propia. Vivieron miles de aventuras, pero ante todo fueron reyes. Esos reyes tuvieron descendencia. Como la ley de los leones dice, el primero de los primogénitos de cada uno de esos reyes gobernó después que ellos, así hasta nuestros días.-
-¿Entonces yo no estaré en esas estrellas?¿Sólo estareis Simba y tú?.-
-No, hijo. ¿Ves esa estrella brillante?.- Mufasa señaló con su poderosa zarpa a una gran estrella que estaba rodeada de otras más pequeñas.- Todas las estrellas que las rodean son su familia. Son tan importantes para el rey que deben acompañarle y protegerle durante toda la vida, incluso después, siendo estrellas. A su vez, esas estrellas nos miran desde allí arriba, protegiendonos de todos los males. Ellos vieven en cada palmo de tierra, en cada criatura, y nos guian en el largo viaje que es el Ciclo de la Vida.-
-¿Y dónde están?.-
-Están en el agua, en la tierra, en cada brizna de hierba. Están en ti. Verás, Kibo, cuando mi viaje en el Ciclo de la Vida haya finalizado, yo subiré allí arribay os protegeré, al igual que mi padre me protege desde alli arriba.-
-Papá.- dijo Simba que había ido a buscar a su padre y a su hermano para volver a casa.- Mamá te llama.-
-Sí hijo. Vamos volvamos a casa.-

Que interesante platica tuvo Kibo con Mufasa. Pero creo que no le convenció eso de la tradición y por que se elige a un rey. Al parecer Scar sabe hablar mejor.

Te felicito por tu historia, va muy bien y los capítulos son entretenidos.






¡Saludos!
ATTE:
Siara.

¡Muchas gracias!

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Un mañana, Simba y Kibo salieron a dar un paseo cerca de la Roca del Clan. El tiempo era primaveral. Los animales pastaban tranquilamente en la sabana.
-Kibo, llegará un día que esos rinocerontes serán mis súbditos y le podré mandar hacer lo que me apetezca.-dijo Simba mostrándose orgulloso de su futuro reinado.
-Pero un rey no puede hacer lo que quiera. Su deber es velar por la seguridad de sus súbditos, ¿no?.-
-Kibo, un rey sirve para mandar. Los demás animales deberán respetarme.- Kibo, aunque era más pequeño que Simba, parecía ser más sabio. Kibo veía injusto que Simba vaya a hacer eso.
-¡No es justo!. Esos rinocerontes como mínimo te rascarán la espalda con su cuerno. Solo te respetarán, no tienen que hacer nada de lo que tú les digas.-
-No tienes que decirme nada. ¡Tú nunca sabrás lo que es ser rey!.- dijo Simba intentando enfadar a Kibo. Este se lanzó hacia Simba de un potente salto. Empujó a este varios metros. Cuando Simba se levantó, fue a golpear a Kibo con su zarpa, pero este la esqubó. Entonces empezaron a pelearse.
-¡Tú nunca serás el rey!.- decía Simba mientras daba zarpazos a Simba.
-¡Gobernarás tan mal que los animales te expulsrán del reino, y entonces yo seré el rey!.- rugía Kibo mientras devolvía los zarpazos a Simba. Entonces este con su zarpa, arañó el ojo de Kibo, probocando una herida muy parecida a la de Scar.
De repente, apareció Scar y separó a los dos cachorros:-¿Qué hacéis?¿Quereis mataros?.- preguntó.
-¡Yo seré el rey!.-gritó Simba.
-Vamos Simba, los no elegidos no nos merecemos que nuestros hermanos nos restriegen por la cara que van a ser el rey. Y tú bien que le has restregado por la cara.¡Mira lo que le has hecho!.- señaló Scar con su zarpa a la herida del pobre Kibo, que estaba sollozando.- Volvamos a casa. Hablaré con tu padre sobre lo que has hecho a tu hermano.-
Simba había abierto el odio del joven corazón de Kibo. Nunca le perdonaría. Al llegar a casa, Kibo fue con su madre para que le curase la herida, pero dejaría una cicatriz de por vida. Simba fue a hablar con su padre junto a Scar.
-¡Simba,¿qué has hecho a tu hermano?.- preguntó Mufasa muy enfadado.
-¡Empezó él!¡Me decía que no sabría gobernar y luego saltó hacia mí!.-
-Estoy muy decepcionado, Simba. Nunca esperaba que hicieses eso, y menos a tu hermano. Primero ir adonde te lo prohibí, y ahora hacerle eso a tu hermano. Estarás castigado hasta que te salga melena.- dijo Mufasa. Estaba muy dolido. Su mayor preocupación eran sus hijos.
Al día siguiente, Scar fue a buscar a Simba:
-Simba, tu padre me ha dicho que tiene una sorpresa para tí. Vamos, sígueme.-

Santo cielo Kibo parece que esta empezando a odiar a Simba. Scar parece un bune tío ante los ojos de Kibo definitivamente Mufasa está perdiendo a su hijo y simba a su hermano.

Kibo se despertó esa mañana dolorido. Le molestaba la herida que le hizo Simba. Esta se había marchado con su tío Scar. Scar le quería dar una sorpresa:
-Tu padre te quiere dar una sorpresa, Simba.-dijo Scar.
-Creí que estaba enfadado conmigo por lo que le hice a Kibo.-
-No, bueno, no se le puede hacer eso a un hermano. Tu padre te dará a sorpresa. Aguarda aquí.- le dijo Scar. Simba se subió a una roca en medio de un desfiladero. Era un lugar extraño para dar una sorpresa.
-Si me dices qué es fingiré sorprenderme.- dijo Simba.
-Simba,¡morirás al verla!. Y entre tú y yo, será mejor que practiques el rugidito.- Scar dejó a Simba solo y subió el desfiladero.

En la Roca del Clan todos preguntaban por Simba. Mufasa había salido a buscarle junto a Zazú. Kibo estaba observando desde una roca junto a las leonas el desfiladero:
-¡Mamá, la manada se mueve!.- djo a Sarabi señalando el desfiladero.
-Que raro, no suelen desplazarse hasta principios de la estación seca.- dijo Sarabi. La inmensa nube de polvo que se levantaba atraía la atención de todos.
-Nala,Mawenzi, ¿habéis visto a Simba?.-preguntó Kibo.
-No, creiamos que estaba contigo.- dijeron.
Mufasa se dirigía hacia el desfiladero para buscar a Simba cuando Scar apareció y dijo:
-¡¡¡Mufasa, es Simba!!!.¡¡¡Está en el desfiladero!!!.-entonces se dirigieron alli a toda velocidad. Kibo, aunque su hermano le había dañado profundamente, estaba preocupado.

Se hizo de noche hasta saber algo de Simba. Scar volvió a la Roca del Clan.
-¡Han vuelto!.-gritó Kibo.- Pero, ¿dondé está papá y Simba?.-preguntó Kibo a su madre.
Scar miró a Sarabi, y con un gesto de negación miró al suelo, como diciendo que habían muerto. Sarabi le entendió, pero no derramó lágrima alguna para que Kibo no lo hiciese también.
-Tío Scar,¿dónde están papá y Simba?.-preguntó el joven Kibo, que no entedía la situación.
-Verás, Kibo, tu padre y tu hermano... han subido a formar parte de los ancestros.-dijo Zazú, que era el único que se atrevía a hablar. Como Kibo era tan joven, no entendía que había muerto, sino que subieron a formar parte de las estrellas.Scar salió a comunicar las noticias al resto del clan:
-La muerte de Mufasa es una terrible tragedia, pero perder a Simba quien comenzaba a vivir, para mi es una perdida profunda y personal. Y con el corazón destrozado subiré al trono. Y desde las cenizas nacerá una nueva era en la que el león y la hiena se unirán en un futuro grande y glorioso.- todas las leonas retrocedieron al ver a las hienas acercarse menos Kibo.-Kibo,-dijo Scar.- no debes temer a las hienas. Estas son Shenzi, Banzai y Ed, serán tus criadas y amigas.
-¡Hola chaval!.-dijo Shenzi.
-Hola...- contestó Kibo.
-¡Seremos grandes amigos!.- dijo Banzai. Kibo, con el paso del tiempo, entabló amistad con las hienas, y su corazón se volvió oscuro y triste.

Muy buen capítulo. Kibo vio el regreso de Scar desde el peñasco dando las malas noticias de que Mufasa y Simba murieron en la estampida de ñues.

Muy buen fics, continua por favor.







¡Saludos!
ATTE:
Siara.

A Kibo ya le había empezado a salir melena. Ya era un león adolescente. Pasaba los días junto a las hienas, jugando a ver quién era el más veloz, cazando, durmiendo, etc.
Un día fueron a cazar al manantial, el único lugar de las Tierras del Reino donde quedaban algunos animales. Todo lo demás era una gran planicie seca, árboles muertos y esqueletos. Estaban acechando a un ñu que se había desviado de la manada. Estaba bebiendo la escasa agua que quedaba en el manantial, que estaba rodeado de cocodrilos hambrientos, que tenían la fe de resistir el hambre durante todo un año hasta que volviese la manada.

Kibo estaba acechando al ñu, con el silencio característico que hace un león al aproximarse a su presa. Sus fuertes patas parecian rozar el suelo. Apenas quedaban unos metros para alcanzar el preciado alimento, pero las hienas salieron corriendo hacia el ñu, y este huyó a toda velocidad entre los secos arbustos.
-¡Ya le habéis espantado otra vez!.-se quejó Kibo-¡Os dije que debéis de acercaros sigilosamente como yo!.-
-¡Pero Kibo, nosotras somos hienas,-dijo Banzai-cazamos de forma distinta!.-
-Banzai, Banzai, Banzai, debemos de adaptarnos, o morir de hambre.-dijo Kibo con una voz malvada. El paso de los años en esta tierra, la influencia de Scar y la amistad con las hienas habían transformado a Kibo. Ahora era la copia de Scar, solamente que más joven.-Si me entra el hambre, tú serás el primero en entrar en mi panza.-
-¡¡Wa juju, jajajaja!!.-se rió Ed.
-¡Tú no te rías!. Lo siento, mi futura majestad.-Banzai se disculpó.
-Bueno, volvamos a casa.-

Las leonas eran las encargadas de cazar para las hienas. Estas se pasaban el día durmiendo, ladrando y pidiendo a las leonas comida. Estaban por todas partes, desde la clina de detrás de la Roca del Clan hasta la cima de esta. Las leonas estaban cerca de la cueva donde descansaba Scar. Las jóvenes Nala y Mawenzi eran la esperanza de las leonas. Tramaban un plan. Nala y Mawenzi deberían de salir a buscar ayuda, pero Scar se iba a negar. Además, la ceremonia de unión de Kibo comenzaría pronto. Scar había elegido a Nala como la compañera de Kibo, pero el corazón de estos jóvenes no estaban destinados. Nala no quería tener compañero, y menos con Kibo o con Scar. Kibo estaba profundamente enamorado de Mawenzi, y esta de él también. Los dos se reunían en secreto donde nadie los viese. Tenían un lugar secreto, una pequeña cascada alejada de la Roca del Clan. Kibo y Mawenzi eran muy amigos desde pequeños, pero casi dejaron de hablarse desde que Mufasa y Simba murieron.

Respecto a ese tema, Scar había prohibido hablar de ellos, porque tenía miedo de que Kibo, que había olvidado a su padre y a su hermano hacía mucho tiempo, les recordase. Scar quería lo mejor para su sobrino, y no quería que el resto de su vida fuera triste, por lo que quién mencionase el nombre de Mufasa o de Simba, debería de enfrentarse a la furia de Scar.

Cada vez que publicas un capítulo me quedo fascinada.
Kibo parece ser una copia de Scar pero entre más leo más me doy cuenta que su corazón no está oscurecido. En él hay amor y Mawenzi lo sabe.







¡Saludos!
ATTE:
Siara.

Un día, Kibo y Mawenzi quedaron en verse en su rincón secreto. Era de noche. La luna iluminaba una tierra oscura, seca y sin vida. Kibo llegó el primero. Mawenzi todavía no había llegado, pues era muy pronto todavía. Hechó la mirada hacia las estrellas. Le recordaban algo que muy bien no sabía. Alguien le dijo hace mucho, cuando apenas tenía memoria, que son los reyes del pasado, que desde allí arriba nos vigilan. Entonces oyó a lo lejos algo cantando que se acercaba. Kibo se agachó en posición amenazante.
-¿Quién eres?.-preguntó Kibo. Desde luego no era Mawenzi.
-¿Eres tú el que preguntas?.-dijo ese ser justo detrás de Kibo. No sabía muy bien como había llegado tan cerca de él sin darse cuenta.- ¡Más bien tendría que hacerte la pregunta yo!.-
-¿Cómo?.- dijo extrañado Kibo.
-Soy Rafiki, y tú eres una mezcla de "ellos". La oscuridad se ha apoderado de tí, pero "él" todavía está en tu interior.-dijo Rafiki.
-¿Quienes son "ellos"?.¿Y quién es "él"?.- dijo Kibo. Rafiki señaló al agua que caía de la cascada.
-Fíjate quién eres.-dijo Rafiki. Kibo se acercó al agua y vio cómo la mitad de su reflejo se convertía en media cara de Scar, y la otra en la media cara de alguien muy lejano y cercano a la vez.
-¿Quién es él?.-preguntó Kibo. Su rostro le parecía familiar.
-Él es Mufasa, tu padre.-dijo Kibo.-La mitad de cada; ahora te toca a tí elegir a quién de ellos seguirás.-

De repente, Kibo se dio la vuelta, miró las estrellas y vio comocada una se iba moviendo, formando una silueta parecida a un león. Era Mufasa, que como le dijo a Kibo, siempre estaría con él:
-Kibo, hijo mío.-dijo el fantasma de Mufasa.
-¿¡¡¡¡Padre!!!!?.- gritó Kibo.-¡¡¡¡Estoy aquí!!!.-
-Kibo, decide quién vas a ser. Sé que me has olvidado, pero yo siempre he estado contigo. Busca a tu hermano Simba, y recupera el trono como ha de ser.-
-Pero padre, Simba... ha muerto.- dijo Kibo.-
Rafiki le golpeó con su bastón en la cabeza.-¿Acaso le ves ahi, en las estrellas?.-
-Kibo, siempre estaré contigo. Nunca me olvides...-
-¡¡¡¡Padre, no te vayas!!!.- dijo Kibo. Las estrellas se estaban disipando. Mufasa se estaba llendo.
-No me olvides...-
-¡¡¡Padre!!!.-
-No me olvides...-
-Padre, no te vayas.- dijo Kibo mientras corría para detener en vano a Mufasa, pero, ¿cómo se van a detener a las estrellas?.
-Ahora debes de guardar en tu corazón este momento. No le olvides, ¿vale?.-dijo Rafiki.- Sobretodo que no se enteré Scar.-
-¿Y ahora qué debo hacer?.- preguntó Kibo.
-Ahora estate con ella.-dijo señalando a Mawenzi, que observaba la escena desde detrás de los arbustos.- Lugeo, busca a Simba. Yo iré a decirle que vuelva.-
-Pero y si...-dijo Kibo a Rafiki, pero este ya no estaba. Se había marchado tan rápido como habia venido. Kibo fue junto a Mawenzi.