La Era de Hielo 4

Si hay algo importante en la nueva entrega de una franquicia conocida por la mayoría es que renueve el cariño que se le tiene a sus personajes, pero también que aporte algo fresco y novedoso.

Eso es justamente lo que logra “La Era de Hielo 4” (“Ice Age 4: Continental Drift”), cinta con la que Steve Martino y Mike Thurmeier regresan a la pantalla al mamut Manny , el dientes de sable Diego y el perezoso Sid.

Sin duda un trío peculiar, estos personajes navegan —literalmente— hacia una nueva aventura después de que el continente comienza a fragmentarse y separa a Manny de su esposa Ellie y su hija Morita, ya toda una adolescente, lo que provoca a su padre más de un dolor de cabeza.

Es así que mientras deambulan sobre un iceberg en el mar, se enfrentan a malvados piratas que surcan el océano y ponen su paciencia al máximo al lidiar con un regalito que les deja la familia de Sid: a su abuelita.

Junto con semejante sorpresa llama la atención el hecho de que en esta entrega Diego podría enfrentar sentimientos hasta ahora desconocidos después de encontrarse con Shira, una dientes de sable que pertenece al club “pirata”.

De hecho, una de las características principales de la animación es la considerable cantidad de nuevos personajes, como los padres, hermano y abuela de Sid; el grupo de villanos; Louis, el mejor amigo de Morita y un séquito de mamuts adolescentes, entre otros.

Lamentablemente, la incursión de todos impide que se profundice en ellos y que algunos tengan una historia inconclusa.

La cinta acierta en recuperar el humor que se había visto vulnerado en algunas de sus predecesoras y a través de su chispa y originales “punch lines” es garantía de entretenimiento. En términos generales tiene buen ritmo a pesar de que por momentos pareciera que la cantidad de obstáculos a las que se enfrentan los protagonistas fuera interminable.

Pero siguiendo la línea que se ha establecido a lo largo de la serie, el filme nuevamente aborda el tema de la familia y cómo ésta se compone por personajes que se quieren y cuidan las espaldas entre sí.

¿A quien no le gustaría formar parte de una tan divertida y leal como la de Manny, Diego, Sid, otros mamuts y zarigüeyas? Pues seguramente habrá oportunidad de ver más de este clan en el futuro.

Interesante la idea que desarrollan de cómo se formaron los continentes, hecho provocado por la ardilla Scrat, que por querer conseguir la bellota a toda costa, termina produciendo ese increíble cambio en el planeta tierra.
La historia está llena de clichés sobre todo en las escenas en que Manny, como padre incomprensible con su hija, quien se encuentra enamorada del típico chico guapo del que todas las chicas se derriten por él, termina desobedeciendo a su padre por querer mostrar que es madura, y hasta niega su procedencia y mejor amigo, todo solo para que la acepten.