Mujer Maravilla [Cine y Cortometrajes]

Al anunciar el casting de Gal Gadot como la Mujer Maravilla, hubo muchos comentarios negativos sobre la actriz: que si estaba muy flaca, que si no se veía badass o, peor aún, que no era suficientemente sexy. Sí, el responsable de seleccionarla fue Zack Snyder y lo cierto es que en su primera aparición (Batman vs Superman: El origen de la justicia), obtuvo comentarios positivos por parte de crítica y público.

Ahora llega su primera (seguramente ya están pensando en varias secuelas) aventura en solitario y a pesar de remar contra la corriente frente a muchos obstáculos (una mala racha de películas de DC, parte del público no convencido todavía del casting y que es una historia de origen más), Gal Gadot y la directora Patty Jenkins demuestran que todavía se puede presentar un superhéroe con la frescura y emoción necesarias para el verano. Eso, y que Zack Snyder estuvo en lo correcto al seleccionar a la actriz israelí.

En el primer acto de Mujer Maravilla tenemos un proceso de descubrimiento del personaje, con una adorable pequeña Diana que busca ser entrenada para ser la mejor guerrera amazona y de paso conocer la historia de Temiscira. Ya más grande conoce a Steve Trevor, quien será el encargado de despertar en ella más allá de curiosidad en nuestro mundo, un lugar azotado por la Primera Guerra Mundial.

Este acercamiento de un dios fuera de su reino –un pez fuera del agua–, ya lo vimos en Thor (2011), pero Kenneth Branagh, el director de aquella, parecía ir insertando con calzador las bromas del dios del trueno en nuestro planeta. Aquí Jenkins juega mucho más con esa idea, pero siempre como un recurso que va de la mano con el descubrimiento de Diana de nuestro mundo, y que sigue así hasta sus últimos minutos y no es sólo un mero pretexto para sacar chistes.

Mientras en el DCEU tenemos un Bruce Wayne enojado que busca a Superman para saldar cuentas, o un hijo de Kriptón que sigue sintiéndose perdido en el mundo o un Escuadrón Suicida sin escrúpulos, Diana Prince es una heroína optimista. Ella no busca la guerra para vengarse, sino que quiere frenar la violencia y cree en nuestra raza. Esto Jenkins lo logra con la calidad actoral de Gal Gadot, quien ha señalado que estaba por renunciar a la actuación luego de sentirse insatisfecha con los papeles que le ofrecían... hasta que Snyder la buscó. Y es que ésta es la Mujer Maravilla perfecta para los tiempos que se viven.

Se respetan el traje y los artefactos que usa Diana Prince, pero hoy por hoy no es necesario presentar a la amazona como una bomba sexual como si se tratase de 1985. Tampoco debe verse como una fisicoculturista con 2% de grasa corporal. A la primera impresión, la Mujer Maravilla se ve vulnerable, pero ahí radica su grandeza y el mensaje que cualquier niña o niño –y ¿por qué no?, adulto– podrá entender: la imagen física no es lo que importa, sino la fuerza que viene de dentro.

Las secuencias de acción que logra Patty Jenkins son emocionantes, desde el entrenamiento en Temiscira hasta la entrada triunfal de la Mujer Maravilla en terreno bélico durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la batalla final sufre por momentos de esa sensación genérica de películas de acción donde sólo explotan cosas a diestra y siniestra.

Los villanos no sobresalen en su totalidad y sirven principalmente para que Diana vaya descubriendo cosas de nuestro mundo y de su propia naturalidad. Sin embargo, el que logra una gran interpretación y química con Gal Gadot es Chris Pine como Steve Trevor. Ya habíamos visto que el actor podía sostener una franquicia como Star Trek, donde incluso mostró algunos de sus dotes de comedia, pero en Mujer Maravilla parece que lleva interpretando a Trevor por mucho tiempo y logra crear un personaje fuerte, humano arriba del promedio, que incluso puede ser de gran ayuda para la misma diosa de las amazonas.

A pesar de ya haber existido cintas basadas en cómics con mujeres como protagonistas, todas ellas habían fallado: Elektra de Marvel/Fox y Catwoman de DC, incluso mucho antes WB había hecho Supergirl, pero sus resultados habían sido pobres. Es así que Patty Jenkins entrega no sólo la mejor película de una superheroína a la fecha, o la mejor del DCEU, sino una cinta de superhéroes que el mundo necesita en estos tiempos violentos, con una protagonista que cree en la humanidad, que cree en su maravilla.