Manga Kissa - – Dormir en un cyber café en Japón

Viendo un documental que la gente de Pijama Surf ha dejado colgado en su web acerca de los japoneses que duermen en cyber cafes, me he decidido a escribir un poco más en profundidad sobre este tema.

En el 2009 vine a enterarme sobre la existencia de estos lugares, gracias a un amigo el cual tuvo una pasantía en una universidad en Osaka. La verdad me animé mucho al ver el documental, pero me desilusionó un poco la poca profundidad con la que abordaban el tema, el cual tiene mucha más “carne” de la que se muestra en el video. De todas formas no tiene perdida y al final de este post les dejaré el link para que puedan revisarlo.

Los Manga Kissa (“Kissa” es la abreviatura de “kissaten”, que significa café o cafetería, según Wikipedia) son cyber cafes japoneses, tan simpe como eso. La diferencia que tienen con los nuestros, o con los de occidente podríamos decir, es que aparte del servicio de internet tienen un amplio repertorio de comics y mangas, los cuales la gente los puede sacar y leer a gusto. Aparte de esto, tienen un espacio apartado mucho más amplio que sus salas de público general en donde hay cabinas privadas con puerta y llave para cerrar por dentro. La idea de estas cabinas es que la gente pueda entrar y leer con más calma, ponerse cómodos lo que estimen. Dentro de estas cabinas hay un sillón reclinable, una pantalla HD junto a casi todas las consolas del mercado actual, un set de juegos para cada una de ellas y películas varias. A todas luces, con una hora de tiempo no se alcanza a cubrir la cantidad de opciones que nos ofrece un lugar así, y justamente esa es la idea, ya que esas cabinas están pensadas para las personas que quieren privacidad… y un espacio donde dormir y pasar la noche.

Para contextualizar un poco de cómo se llegó a esto, acá un par de antecedentes.

Japón es el país del mundo donde más cómics se publican, la gente lee manga en trenes, en los descansos en el trabajo, tirados en el césped en parques, es parte de su cultura. Es tal la obsesión que a partir de los años 60 algunas cafeterías vieron la oportunidad de negocio y empezaron a ofrecer un catálogo de tomos de manga por los que los clientes pagaban por horas de lectura. Así partiron los “Manga Kissa”, primeramente fueron espacios para que la gente se tomara algo, mientras leía algún comic. El negocio tuvo que evolucionar, ya que este gusto del japonés con los mangas y comics no dejó de crecer hasta la llegada de Internet, cuando tuvieron que cambiar y ofrecer más servicios además de la lectura de manga.

Desde hace algo más de catorce años los “Manga Kissa” comenzaron también a ofrecen un ordenador con conexión a Internet. Con el paso del tiempo hasta la actualidad, se construyeron las cabinas mencionadas anteriormente donde la gente puede ver películas, usar videojuego sy leer comics con cierta intimidad.

Para los que no conozcan un Manga Kissa, les haré una idea. Si han estado en España, han de conocer la Fnac. Si han estado en Madrid, conocerán la Fnac que está en pleno centro, un edificio de unos cuatro pisos con libros, gadget y comics. Para quienes no conozcan la Fnac, pueden usar de ejemplo alguna casa comercial del tipo “Falabella”, o “El corte ingles”. El manga kissa de Tokio, uno de los más grandes, cuenta con un espacio similar a los lugares que mencioné como ejemplo. Cuatro pisos repletos de comics, ordenadores y el espacio adecuado para las cabinas.

Cuando se hace ingreso, de inmediato se les pregunta cuánto tiempo han de estar y luego se les entrega las llaves de la cabina. Acto seguido uno puede escoger los tomos de comics que quiere llevarse al interior de estas o los videojuegos, aunque en las consolas que están instaladas en las cabinas ya tienen por defecto algunos juegos instalados de manera digital. Si la cabina no es suficiente, se puede salir a explorar que otras opciones hay, siendo estas: sala de billares y ping pong, servicio de masajes, sala para jugar a juegos de mesa etc.

Lo interesante y freak a la vez es que aparte de todas estas comodidades, si se revisa bien el lugar, podrán hallar baños con instalaciones completas, incluso lockers, camarines de vestuario y duchas. Esto es algo triste que refleja la realidad que vive Japón por estos días.

Desde que la burbuja económica de Japón estallara a mediados de los años 90, mucha gente no puede permitirse pagar un arriendo en algunas ciudades, al menos las más urbanizadas. Muchos que perdieron su trabajo, incluso siendo profesionales, terminaron durmiendo en las calles o plazas, mientras que otros lograron ser contratados en trabajos de medio tiempo. Ese salario no les permite costear el pagar un alquiler y a la vez vivir, es debatirse entre tener donde dormir o comer. Por este motivo muchos han vuelto a la casa de los padres o se han mudado a pueblos más alejados donde el costo de vida es más bajo. Otros decidieron que una forma barata de tener cobijo cada día era pasando las noches en una cabina dentro de un “Manga Kissa”. Los propietarios de los “Manga Kissa” se dieron cuenta de esta tendencia e introdujeron tarifas baratas como por ejemplo “8 horas por 10 euros”. La tendencia se vio acentuada aun más cuando algunas de las cadenas de “Manga Kissa” más importantes del país pusieron servicio de duchas.

Cada vez es más la gente que no tiene casa y vive en Manga Kissas. Como mencioné más arriba, son trabajadores temporales o de medio tiempo que cobran poco y apenas se pueden permitir gastar entre 300 y 400 euros al mes en alojamiento. Hay que recordar que algunas ciudades de Japón están consideradas dentro de las más caras para vivir en el mundo. Si a esto le sumamos que los jóvenes están cada vez perdiendo más el interés en formar familia o tener hijos, y que Japón es uno de los países (si es que no es el que tiene mas) con mayor cantidad de gente anciana, casi más que los jóvenes que existen en el país lo cual destruye el sistema económico del fondo de pensiones para estos… pues la crisis económica no tiene para cuando mejorar.

Los habitantes de los “Manga kissa” no son solo jóvenes, como se podría pensar en primera instancia, hay un gran porcentaje de gente adulta y relativamente mayor (del orden de los 40 a 50 años) pernoctando en estos. Son personas producto de la crisis económica japonesa de la que después de casi 20 años Japón todavía no se ha recuperado.

El link para el documental que les mencionaba al inicio de este post es este: